¿Qué es un eclipse solar?

Crédito: Jay Pasachoff, Ron Dantowitz, Christian Lockwood, and the Williams College Eclipse Expedition/NSF/National Geographic
Cuando la Luna pasa frente al Sol y lo bloquea por completo, proyecta una sombra en nuestro planeta que convierte el día en la noche. ¿Qué causa este fenómeno extraordinario?
Un eclipse solar ocurre cuando la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, proyectando su sombra en la Tierra. Esto solo sucede de vez en cuando, porque la Luna no orbita exactamente en el mismo plano que el Sol y la Tierra. Tienen que darse dos condiciones a la vez para poder ver un eclipse solar: el Sol, la Luna y la Tierra deben estar en línea recta, con la Luna entre el Sol y la Tierra; y debes estar observando desde el lugar correcto en la Tierra.

Afortunadamente para nosotros, nuestra Luna tiene el tamaño perfecto y está ubicada a la distancia perfecta. Cuando pasa delante del Sol, cubre su disco. Durante un eclipse anular, la Luna está un poco más cerca del Sol, dejando el borde del disco solar descubierto. El resultado parece un brillante anillo de fuego en el cielo. Durante un eclipse total, el disco del Sol está completamente cubierto, lo que permite que la capa más externa de su atmósfera, la corona, brille alrededor de la Luna en forma espectacular.
En realidad, el Sol y la Luna no son del mismo tamaño, por supuesto: el diámetro del Sol es 400 veces mayor que el de la Luna. Pero el Sol también está 400 veces más lejos de nosotros que la Luna, y dicha relación entre el tamaño y la distancia hace que el Sol y la Luna parezcan del mismo tamaño en el firmamento. Es una coincidencia maravillosa y especial: la Tierra es el único planeta de nuestro sistema solar con una luna del tamaño y la distancia adecuados para generar los impresionantes eclipses solares.
Los movimientos del Sol, la Luna y la Tierra hacen que los tres cuerpos se alineen entre dos y cuatro veces por año. Pero una alineación perfecta, que resulta en un eclipse solar total, solo ocurre aproximadamente una vez cada 18 meses. Durante el día y a medida que la Luna nueva pasa frente al Sol, comienza a proyectar una sombra parcial (llamada penumbra) en la Tierra. En el punto máximo del eclipse, la luz del Sol está completamente bloqueada y la Luna proyecta una sombra completa llamada umbra.

Este diagrama (que no está a escala) muestra una vista lateral de la alineación Sol-Luna-Tierra. Solamente en la pequeña área donde la umbra toca la Tierra podrás ver el Sol completamente cubierto y serás testigo de un eclipse solar total. Desde esta misma área, cuando la Luna esté un poco más lejos, verás un eclipse solar anular. Desde cualquier lugar cubierto por la penumbra, más extensa y menos oscura, verás un eclipse parcial.
Sin embargo, la sombra más oscura de la Luna solo llega a una pequeña parte de nuestro planeta. La alineación perfecta entre el Sol y la Luna es visible desde un área pequeña de la Tierra que nunca tiene más de 167 millas de ancho y suele ser incluso menor. Fuera de esa zona, solo verás un eclipse parcial o ninguno.

El área de la Tierra donde se puede ver un eclipse no es estática, porque el Sol, la Luna y la Tierra no son objetos fijos: la Luna orbita la Tierra y la Tierra orbita el Sol, además de girar sobre su eje. Estos movimientos continúan durante un eclipse. Por lo tanto, el lugar en la Tierra donde cae la sombra de la Luna viaja en una trayectoria curvada por la superficie terrestre. Esta es la franja de la totalidad, el único lugar donde puedes presenciar un eclipse solar total o anular.
Aunque los eclipses solares totales se producen regularmente, la franja de la totalidad es muy pequeña. En un lugar determinado en la Tierra, un eclipse solar total se repite solo cada 300 años o más.