Oboe de pajilla
Al cortar dos “labios” en el extremo aplanado de una pajilla de refresco y soplar con la presión adecuada, puedes hacer que los sonidos resuenen en la pajilla.
Temas: Tecnología e ingeniería, Diseño y retoques, Física, Sonido
Palabras clave: vibración, instrumento musical, música, pajilla, español
- Aplana un extremo de tu pajilla de refresco metiéndote un extremo en la boca, mordiéndola con los dientes y sacándola. Haz esto varias veces para hacer una pajilla flexible y plana.
- Corta piezas iguales de cada lado del extremo aplanado (como se muestra en la imagen a continuación, haz clic para agrandar), de modo que la pajilla tenga dos “labios".
Coloca el extremo cortado de la pajilla en tu boca y haz un sello con tus labios y sopla en la pajilla. Probablemente tendrás que experimentar soplando fuerte o suave mientras muerdes con diferente presión hasta que la pajilla produzca sonido.
Los “labios” biselados que cortaste en cada extremo aplastado de la pajilla actúan como una caña o lengüeta para tu instrumento.
Cuando soplas en la lengüeta y la haces vibrar, envías pulsos de aire comprimido por la pajilla, lo que hace que el aire en el tubo también comience a vibrar. Afectado por la longitud del tubo, este aire vibratorio a su vez afecta las vibraciones de la lengüeta. Cuando la lengüeta vibra con la frecuencia correcta, el aire en la pajilla vibra poderosamente, y escuchas una nota fuerte y zumbante, algo así como un oboe.
Cuando soplas por la pajilla, hay una alta presión en tu boca. A medida que el aire atraviesa rápidamente la pajilla, la presión dentro de la pajilla baja. La alta presión fuera de la pajilla empuja los lados de la lengüeta hacia adentro, cerrando el flujo. Mientras sigues soplando, la presión se acumula dentro de la pajilla y vuelve a abrir la lengüeta.
El sonido de tu oboe de pajilla es un ejemplo de un fenómeno llamado resonancia. Cada objeto tiene una frecuencia natural, una tendencia a vibrar a un ritmo en particular. Cuando haces vibrar algo en su frecuencia natural, resuena, lo que significa que las vibraciones se acumulan y se vuelven cada vez más fuertes. Otros ejemplos de resonancia incluyen un automóvil que se estremece a ciertas velocidades, un niño que se mece más y más alto en un columpio, y un vidrio destrozado por las notas agudas de una soprano.
El oboe de pajilla resuena cuando las ondas de sonido que rebotan dentro y fuera forman un patrón especial llamado onda estacionaria. Las ondas estacionarias se producen cuando las ondas que van en una dirección se superponen con las que van en dirección opuesta, creando un conjunto de picos y valles que parece detenerse. No puedes ver las ondas estacionarias en tu pajilla, pero puedes escucharlas.
La nota exacta que escuchas cuando soplas tu oboe de pajilla depende de la longitud de la pajilla. En una pajilla más corta, la onda estacionaria dentro de la pajilla también será más corta, haciendo que el tono sea más agudo. En una pajilla más larga, la onda estacionaria será más larga y la nota que escuchas será más grave.
Hay muchas formas de experimentar con tu oboe de pajilla:
- Desliza una pajilla un poco más grande en un extremo de tu oboe y úsalo como un trombón.
- Corta agujeros en la pajilla con unas tijeras y tócala como una flauta.
- Corta la pajilla cada vez más con unas tijeras para cambiar su tono.
- Diseña una “campana” con papel y cinta adhesiva para que tu instrumento suene más agudo.
- Experimenta con nuevas formas de cambiar el sonido.
Créditos: La traducción al español fue realizada en colaboración con el California Science Center.
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